Eres.

A veces, un recuerdo que es sol de medianoche, dispuesto a robar los sueños; algunas, eres las hojas secas que el viento lleva a todas partes; otras, eres con quien quiero estar para sentirme libre.

Eres incertidumbre que puede doler, que puede escapar por la ventana sin hacer ruido.
-Tal vez estés cansada de huir, fastidiada de perderte siempre, aferrada a heridas que no puedo besar.

Enséñame el camino y te enseñaré a bailar.

Dime cómo puedo quedarme contigo o dejarte ir, del todo, pues hasta aquí llega esta cacería estúpida, que ha quemado las horas y las palabras; ahora, nada que esperar, nada que decir… Sólo las ganas [que no termina con el ritual de despedida] de seguir.

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