Manual de supervivencia.

Para resquebrajar [se] el alma primero hay que llegar a donde el viento retorna. Después, antes de buscar el punto final, y preguntarse qué diantres se hace mientras se escribe esto, habrá que buscar seriamente cualquier interruptor que accione el tránsito entre la desgana y lo que sigue. Efectos colaterales: cuando mucho algo de insomnio

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