Cacería.

Cualquiera puede tener unos instintos tan viles,
todos -podemos- querer comprar un "algo" para alcanzar "todo",
algunos queremos tener un rifle,
unos para tirar a matar,
otros para disparar palabras,
porque las palabras dan en el blanco
y también matan.

Eso sería fácil de lograr, ir al proveedor más cercano de palabras, escoger las más incisivas, las más amorosas, las más tristes, según sea la presa. También debería ser posible encontrar a la venta algo de puntería, pues, sería criminal andar peligrosamente armado sin la mínima capacidad de empuñar y apuntar, sobre todo debería haber una capacitación para la conciencia del uso de palabras al que estamos expuestos todos. Así es, de tal forma que cada equivocación con las palabras pudiera ser culpa del fabricante o del distribuidor... y vernos nuevamente en el desayuno. De cualquier manera, afinaré mi puntería, para tirar como [usted] lo hace, llegar a la misma altura, bueno, para reconocerle y no sólo admirarle... quién quita, de pronto, verla como una presa -y trofeo al mismo tiempo.

Comentarios

  1. Volver a verla en el desayuno... "pasará" porque sabes que te espera aunque no quiera verte, te escribirá ese cuento, dedicará sus horas felices a ti, algún día, cuando tu lo decidas será la recompenza de esa cacería solitaria que emprendiste, pues aunque no sea el propósito obtendras de ella lo que resulte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares