Seriedades.

Lo más curioso es esbozar una sonrisa idiota, sin sentido, porque se ha encontrado un nombre para aquello que no se deseaba encontrar. Cierto es que todas las búsquedas terminan en el último lugar, pero no debería ser siempre así, ese maldito accidente que se llama encontrar… prefiero la vida hasta atrás, ajena a todas esas exaltaciones que cualquiera osaría llamar suerte, prefiero la vida en negro, porque soy cínico y he de guardarme para mí. Porque nadie dijo que todo inicio tiene final feliz.

Como sea, heme aquí con la soledad que desgasta el día a cuentagotas, que arranca las horas al tiempo para no caer en la nostalgia de un pasado donde todo era atardeceres lejanos que llevaban a un lugar desconocido, de aquellos recuerdos donde el adiós estaba marcado por un rayo de sol reflejado.

P.D. Admito mi complicidad para mi aburrirme. En realidad, siempre pensé en algo más mientras escribía, en alguien más mientras esperaba, en todo menos lo que encontraba. Al final, he olvidado también tu nombre y tu figura.